reclamando sin voz va su sustento
y triste está pidiendo el alimento
del pan de la amistad alguna miga.
Y se siente infeliz como una hormiga
bajo la inmensa suela de la vida,
y con hambre de amor y dolorida,
ve como nadie su dolor mitiga.
¡Cuántos van de mendigos por la vida
sin recoger siquiera una sonrisa
con la felicidad enmohecida!
¡Y cuánta indiferencia! ¡Cuánta prisa!
¡Cuánto ciego egoísmo. Tanto "ego"...
que olvidamos las cosas más precisas!
© Mar Velasco
Publicado en "Poetas sin fronteras" I Encuentro de Escritores Huelva - Algarve -
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